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"La mina de oro de Pocora"

Historia y vida de un Pueblo, leyenda

 

Sr. Luis Fernando Salas Fuentes

Pocora, Guácimo, Limón.

 

Antes y después de 1911, fecha histórica para el país, para una provincia y sobre todo para un poblado naciente, en un lugar del atlántico, ubicado aproximadamente a 28 kilómetros al oeste del centro de Guápiles, es la fecha que hoy día podemos leer en una placa firmemente adherida al bastión izquierdo, cara al este del puente del ferrocarril sobre el río Dos Novillos, más conocido como el río Pocora.  Nacimiento de leyendas e historias, cuna y sueño eterno de un porvenir lleno de esperanzas y sacrificios de nuestros antepasados, unos llegaron de otros pueblos y naciones, otros nacieron, pueblo lleno de grandes hombres y mujeres, de inmensas riquezas étnicas y variadas costumbres que nos dan el sabor de un pueblo valiente que forjaron su historia y hoy casi se nos olvida, pues las generaciones pasamos y olvidamos nuestras raíces.

 

En antaño eran tierras de indígenas que después de la conquista se vieron obligados a abandonar, dejando en ellas sus costumbres y leyendas, que a través de sus ritos y formas de vida representados en los extensos cementerios encontrados y profanados, saqueados por personas que solo querían riqueza sin importar a costa de que, es de esta tierra bendita del señor de la que hoy hablamos, de una parte del trópico húmedo, de la zona de Guápiles como se le conoció y particularmente del pueblo de Pocora, tierra que todos respetaban, a donde muchos llegaban pero muy pocos regresaban pues a innumerables peligros día a día se debían enfrentar, desde las fatales y comunes mordeduras de serpientes, el pesado clima y hasta luchar con diferentes fieras salvajes o las incontrolables enfermedades de paludismo, fiebre amarilla, sarampión y otras que se convertían en epidemias, algo común en esta zona, las heridas accidentales que podían significar la muerte; a todo ello nuestros antepasados se enfrentaron para formar este pueblo luchador, con sueños de dejar huellas profundas y heredar grandes hombres y mujeres a una patria que los vio nacer como un pueblo próspero, en una provincia de grandes prodigios, dados de la mano de Dios mediante su naturaleza variada y bendita, donde la cacería y la pesca eran el principal modo de alimentación, adicional al arroz y los frijoles, una tierra de frutos abundantes, con aguas muy limpias.

 

Con la llegada de la construcción de ferrocarril del atlántico, la mayoría de los pueblos que hoy conocemos se fueron formando, luego de la llegada del hombre negro que con su corpulenta figura y excelente resistencia, muy especialmente a las enfermedades de la zona, donde blancos y amarillos no resistieron, estos dieron fin a la construcción del ferrocarril, que al final de tan gran valentía y hazaña, el país entero les debía al menos, regresarlos a su país natal con las ganancias de su esfuerzo, tal sacrificio no fue recompensado y no se les regreso, permitiéndoles tener derechos de tierra a lo largo de la vía férrea, con la esperanza de que algún día regresarían a donde sus seres queridos.  Esta dura realidad es parte de los primeros pobladores posterior a la construcción del ferrocarril, como parte de ello entre 1900 y 1911 se empiezan a agrupar los primeros pobladores conocidos en este pueblo, llamado Pocoraque en aquella época no tenia nombre y se deduce de las leyendas contadas que su nombre provino del decir de los negros y viajeros que venían, "a donde se vivía pocas_horas", debido a que cuando un blanco o un chino adquirida alguna enfermedad este moría en muy pocas horas y en la expresión entremezclada del dialecto de los negros y de un escaso y mal pronunciado español se fue deduciendo como "Pocora"según versiones de los ancianos, y este nombre se dice que se da en los albores de la década de 1920. (***)

 

También la historia de tradición hablada, pasada de generación en generación de este pueblo, cuenta que en la década de 1920 lo que conocemos como Pocora Norte, o sea al lado norte del ferrocarril, era una finca que pertenecía a un hombre de origen Alemán de nombre no recordado, a esta finca se conocía con el nombre de "SAN NICOLAS"este Alemán del cual muy poco se conoce al parecer se fue para su país natal, por razones desconocidas, (se supone que fue durante la primer guerra mundial) lo cual provocó que la finca quedara en abandono en su mas de 1500 hectáreas de terreno y esta por ser terrenos no registrados paso a ser parte de los denominados terrenos municipales de la región de Guapiles, terrenos que según se conocía sus limites daban desde la colindancia con la finca Milano en el sector conocido como Mascota por el lado norte, al sur con la rivera del ferrocarril, al este un poco mas allá del río Destierro hasta donde estaban las palmeras de la Finca Milano y al oeste después del río Dos Novillos (o río Pocora) hasta donde empezaba la finca Bremen, en donde estaba el toril.  De leyendas y versiones contadas, de visiones o ilusiones la historia nace y se hace, se teje día a día como la araña construye su casa, siendo esta tan fuerte como para propiciar el suficiente alimento a su creadora y a veces tan frágil que hasta una simple hoja que cae de lo alto la traspasa, provocando trastornos y trabajos adicionales a la araña, así de simple es la historia, tan fuerte a veces y tan frágil para perderla de forma irrecuperable aunque la queramos mantener, siempre nos quedan fragmentos no recuperados, de la misma manera que sucedieron; por tal razón es que se dice que el nombre del río "Dos Novillos" allá por la década de 1920 se debe; a que alguien dijo haber visto o encontrado dos hermosos novillos de oro macizo en la rivera del río (o dentro del río) y desde entonces se le llamo el río Dos Novillos, (***) y por eso también siempre se ha dicho que en los secretos de la rivera de este río ha existido una mina de oro de la cual los indígenas creaban hermosas piezas de oro con figuras autenticas, con belleza única, las cuales se han encontrado en los cementerios saqueados, por eso la leyenda de la Mina de Oro.

 

Se conoció de dos hombres, los cuales pagaban los comestibles y herramientas con pepitas de oro macizo, por esta misma década de 1920, cuenta la historia que uno de ellos desapareció misteriosamente y el que quedo vivo contó que lo había tenido que enterrar en lo profundo de la montaña debido a una mordedura de serpiente, este hombre cuyo nombre no se pudo precisar en la mente de los mayores que contaban la historia, decían que este personaje con algunos tragos en su cerebro había dicho que la mina de donde ellos sacaban oro le había sido mostrada por un indígena y el pacto había sido nunca revelar a otros su camino; dicen que a este hombre lo siguieron muchas veces pero se perdía su rastro en la montaña como si ella misma misteriosamente se lo tragara y luego lo devolviera de la nada, su dirección siempre fue hacia el sur propiamente en la finca conocida como la Argentina, hasta cierto sector y luego se adentrada en la montaña, por ultimo se conoce que al encontrarse enfermo e imposibilitado para continuar las duras faenas de orero este señor dispuso matar a su mula y perro, fieles compañeros de sus misteriosas desapariciones en la montaña, luego de tal acción, conocidos le preguntaron la razón de eliminar a tan fieles amigos y este respondió; el secreto de la mina debo de llevármelo a la tumba, si dejo vivos nadie mas deberá llegar a donde esta el oro, lo cual cumplió fielmente y la historia se convirtió en leyenda porque hasta la fecha nadie a podido llegar a tan buscada mina de oro de Pocora.

 

***    Estas versiones se recopilan de las narraciones de Rubén Camacho, cariñosamente "Camachito" y Francisco Barquero, Cariñosamente "Paco Guzmán" que de Dios gocen, hombres de la época.